El papa Francisco ha mostrado una leve mejoría en su estado de salud, según confirmó una fuente vaticana este viernes. Si bien ya no se encuentra en estado «crítico», su «pronóstico sigue siendo reservado» mientras continúa con su tratamiento y fisioterapia respiratoria.
El pontífice argentino de 88 años fue ingresado el pasado 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis, que evolucionó en una doble neumonía. Su estado generó preocupación el fin de semana anterior, cuando el Vaticano informó que su situación era «crítica pero estable».
El último informe médico, difundido el jueves por la noche, indicó que su salud «seguía mejorando», aunque los especialistas insisten en que se requieren «más días de estabilidad» antes de poder modificar su pronóstico. La hospitalización prolongada del papa ha generado inquietud respecto a su capacidad para desempeñar sus funciones, dado su historial médico previo, que incluye cirugías en el colon y el abdomen, además de dificultades para caminar.
A pesar de su hospitalización, Francisco ha retomado parcialmente sus labores desde el hospital, firmando autorizaciones para canonizaciones y nombrando obispos. No obstante, ha cancelado su audiencia prevista para el sábado y no participará en la misa del Miércoles de Ceniza el 5 de marzo, la cual será presidida por el cardenal Angelo de Donatis.
A medida que fieles de todo el mundo elevan oraciones por su pronta recuperación, surge la incertidumbre sobre cuándo realizará su primera aparición pública desde su hospitalización. En julio de 2021, el pontífice pronunció el tradicional Ángelus desde el balcón del hospital Gemelli tras una hospitalización. Por el momento, no se ha confirmado si repetirá este gesto el próximo domingo.
Según informó el diario Il Messaggero, «el Vaticano se prepara para gestionar una larga ausencia» del papa, lo que podría afectar el desarrollo del Año Santo 2025, evento que atraerá a millones de peregrinos a Roma.
Mientras tanto, la fe y devoción de los fieles continúa manifestándose a las puertas del hospital. «Quisiéramos poder entrar todos a besarle los pies al papa, pero representa muchísimo estar aquí aunque sea», expresó Flor Mercado García, peregrina mexicana de 66 años.





